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“ Sigue el acoso en todas nuestras asociaciones de salud mental de ser ”políticamente correcto”. En 1999 una convención anual de la Asociación Americana de Psiquiatría tenia programado incluir un debate tratando si era posible cambiar la orientación sexual con terapia. Pero este debate fue cancelado cuando dos de los ponentes programados se retiraron, diciendo que el tema de poder cambiar-de-la-homosexualidad estaba demasiado cargado políticamente para una reunión científica. Originalmente, yo mismo y el Psiquiatra Jeffrey Satinover fuimos propuestos como miembros del panel, pero los psiquiatras activistas-gay rechazaron participar si yo o Satinover participábamos en tal discusión.
La psicología esta compuesta de, como se dice, una ‘manada de mentes independientes,’ todos anunciando su amor a la diversidad pero siempre insistiendo que pienses exactamente igual que ellos. ¿Esta profesión es consciente que hay una ironía aquí? Como presidente de la NARTH (Asociación Nacional de Investigación y Terapia de la Homosexualidad) me anime recientemente cuando la presidenta de la Asociación Americana de Psicología (APA) Norine Johnson, publico una editorial prominente que hacia una suplica apasionada para la libertad intelectual. Ella dijo: ‘Apoyo grandemente el debate abierto en la APA, sin importar el volumen o la intensidad del debate. El debate es sano. Los desacuerdos son sanos……una ciencia productiva y sana requiere la libertad de investigación y la libertad de expresión.’ ¿Qué motivó esta declaración apasionada de Johnson? No era, desgraciadamente, una preocupación por las personas buscando cambiar su orientación sexual. La Dra. Johnson realmente estaba preocupada por un alboroto publico que había avergonzado a la asociación: La APA había publicado un articulo que encontró que las relaciones pedófilas son, sorprendentemente a menudo, recordados por el chico acosado positivamente. Como respuesta a una ola de critica publica, la asociación había expresado remordimiento sobre el articulo. La suplica apasionada de la Dra. Johnson para la libertad científica era, en cambio, ¡en defensa del derecho del autor para discutir un punto de vista positivo para el pedófilo! De todos modos, animado por la buena voluntad de Johnson para tratar asuntos polémicos, la NARTH escribió y pidió permiso para anunciar sus reuniones científicos en las publicaciones de la APA, como lo hacen las organizaciones gays. (En el pasado estas peticiones de la NARTH habían sido negadas.) ¿El resultado? Recibimos una respuesta, no de la presidenta de la APA, sino de Clinton Anderson, director de la Oficina de los Asuntos Gays, Lesbianas, y Bisexuales. Desgraciadamente, Anderson representa un grupo políticamente distinto – los defensores de los gays. Esta completamente en contra de la perspectiva de la NARTH sobre la homosexualidad, y rechaza fuertemente el tratamiento de niños pre-homosexuales. Enviar la carta de NARTH a la mesa de Anderson era como mandar una queja sobre abusos de la agencia del orden público al Ayuntamiento, solo para que lo manden al comisario de policía. Claro que nuestra petición fue negada. Si la APA realmente quiere una ciencia sincera, entonces deben invitar organizaciones como la NARTH para que participen. La libertad científica requiere la inclusión de los que tienen otro entendimiento del significado y la importancia de la sexualidad humana. A los padres luchando para encontrar un terapeuta con sus mismas ideas quizás les interese saber que, en el momento que escribo esto, las puertas de la APA siguen cerradas esencialmente a puntos de vista alternativos.” |